Mi querida tia Blanca: al pensar en ud, las tardes de domingo vienen a mi mente, caminatas tranquila con tibio sol y luego un rico cafe y una charla amena y sincera de la vida, recuerdo sus cumpleaños donde no sabia que regalarle , con el paso del tiempo descubri que un ramo de fresias era lo mejor, simple y alegraban sus ojos, lo feliz que era preparando todo para agazajarnos junto a sus grandes amigos Amalia y Carlos.
admire su lucha por por los niños y las mujeres, caracter inquebrantable, quien diria al verla de apariencia fragil...
Querida tia , pude no estar de acuerdo con Ud en algun momento , pido perdon si alguna vez no fui correcta , pero le cuento que la quise mucho y la guardare en mi corazon.
Buen regreso a su esencia , que la luz que no tiene fin sea su compañia.
Con amor
Claudia
Caricia
Madre, madre, tú me besas
pero yo te beso más.
Como el agua en los cristales
son mis besos en tu faz.
Te he besado, tanto, tanto
que de mí cubierta estás
y el engraje de mis besos
no te deja ya mirar...
Yo te miro, y te miro
sin cansarme de mirar
y qué lindas niñas veo
a tus ojos asomar...
El estanque copia todo
lo que tú mirando estás,
pero tú en los ojos Copias
a tu niña y nada más.
Los ojitos que me diste
yo los tengo que gastar
en seguirte por los valles,
por el cielo y por el mar
Gabriela Mistral
Poesía que le regalamos a mamá
en su cumpleaños en 1974.